4 pueblos medievales para un road trip por Andorra
Andorra es especialista en atraer por su naturaleza, en animar al viajero a que la descubra a golpe de deporte o, bien, por qué no, de tienda en tienda. Ahora, queremos que tengas entre tus planes una visita al Principado para deleitarte con sus pueblos medievales. Un road trip suena a plan perfecto y estas cuatro localidades no pueden faltar en tu ruta.
1. Ordino
Ordino es un imprescindible en cualquier road trip rural andorrano. Situado en el norte del Principado, gustan sus casitas de piedra con techos de pizarra a dos aguas, engancha su ritmo de vida slow y se pone especialmente interesante cuando te enteras de que hay quien se refiere a ella como la capital cultural del país. Y es que, aquí encontrarás lugares como la Casa d’Areny-Plandolit, casa señorial de inicios del siglo XVII que puede presumir de haber llegado prácticamente intacta hasta nuestros días; la Casa d’Areny-Plandolit,, cuyo origen y el de las tallas que alberga hay que buscarlo en la época medieval; o peculiares museos como el de la Miniatura, pensado para fascinar a esos espíritus siempre llenos de curiosidad.
2. Canillo
Que su casco antiguo sea pequeño no significa que no pueda albergar belleza a raudales. Te diremos que empieces por perderte por sus callejuelas. También que te permitas sorprenderte con los recovecos que este periplo te vaya regalando. Te gustará especialmente toparte con el río Montaup o ver cómo luce, algo alejada, la Iglesia de Sant Serni, cuya construcción es una mezcla de época barroca con elementos del románico. Aunque, para iglesias, te aconsejamos que anotes el nombre de la de Sant Joan de Caselles. Está situada a pocos minutos andando del centro y, además de ser puro románico, te conquistará por su entorno. Puestos a salir de Canillo, una recomendación más: a cinco minutos en coche te toparás con la Basílica Santuario de Meritxell, patrona del país.
3. El Serrat
Nos hemos resistido a hablar de los paisajes de Andorra porque queríamos reservarnos para cuando llegaras a El Serrat. Es probable que la naturaleza que te acompañe durante el trayecto por la carretera CG-3 ya te dé una pista de ello. Da igual el momento del año en que lo visites, si los encuentras vestidos de blanco por la nieve, luciendo un verde rabioso al llegar la primavera y el verano o ya con los tones anaranjados del verano. Su belleza está garantizada y tu asombro, también. No dejes de surcarlos. A pie, en BTT o lanzándote a probar nuevas actividades como pueden ser los baños de bosque. Y antes de marcharte, acércate a la Iglesia de Sant Martí que, robusta y pequeñita, lleva siendo testigo del paso del tiempo en esta zona desde los siglos XVI y XVII.
4. Sant Julià de Lòria
Es el pueblo más al sur de nuestro road trip. Temperaturas algo más amables que en el resto del Principado, sí; pero la misma naturaleza imponente y la arquitectura andorrana en sus calles. Atravesado por el río La Valira, te sorprenderá la cercanía de las montañas y esa sensación de refugio que proporcionan. Podría bastarte con recorrerlo sin rumbo o disfrutar de sus senderos, pero déjanos recomendarte que visites la iglesia de Sant Julià y Sant Germà. Fíjate en su campanario: lombardo, con tres pisos y bien robusto. Acude también a la Capilla de Sant Bartomeu, que esconde uno de los pocos retablos renacentistas que hay en Andorra. Ah, es probable que te guste saber que el parque de aventura Naturland, conocido por su Tobotronc, se encuentra a 15 minutos en coche.
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