
Road trip por los pueblos de Ávila
De Ávila queremos conocer su capital y deleitarnos con sus murallas, sí; pero también con sus pueblos, guardianes de las tradiciones de otro tiempo. Los recorremos en coche, poniendo rumbo hacia el Parque Regional Sierra de Gredos, en el sur de la provincia, por su belleza y porque tiene todo lo que le pedimos a un road trip: carreteras de las que apetece conducir y naturaleza de belleza superlativa. Estos son los cinco pueblos en los que haríamos un alto en el camino.
1. El Barco de Ávila
Podemos decir que un road trip que empieza en El Barco de Ávila, empieza fuerte. No importa cuándo lo visites: las montañas de la Sierra de Gredos en el horizonte; el río Tormes, con su puente medieval, fluyendo a los pies de la localidad; y un patrimonio arquitectónico y cultural que bien merecen algo de tu tiempo. Toma nota: la Puerta del Ahorcado y su muralla, el Castillo de Valdecorneja, la Casa del Reloj, la Ermita del Cristo… Y siempre, siempre, deja hueco para dar cuenta de unos buenos judiones.

2. Navarredonda de Gredos
Que no te engañen sus dimensiones reducidas, lo de Navarredonda de Gredos es para el recuerdo. Sus calles se recorren con tranquilidad, dejándose sorprender por la aparición de una iglesia aquí (Nuestra Señora de la Asunción), una ermita allí (Nuestra Señora de las Nieves) y los restos de una antigua calzada más allá. Deléitate con ello, sin prisa, aunque el cuerpo te pida lanzarte a caminar por los senderos que se adentran en la Sierra de Gredos. Los hay para todos los niveles y algunos os llevarán a lugares como el nacimiento del río Tormes o al paraje natural de Las Chorreras.
3. Mombeltrán
A Mombeltrán uno llega atraído por su castillo. Robusto e imponente, su construcción data de mediados del siglo XV y, aunque su estado de conservación deja algo que desear, es posible realizar visitas guiadas en su interior. Pide que te den tiempo para hacer fotos: el paisaje natural que le rodea es espectacular. Como bonus track, te diremos que te detengas también, aunque solo sea un ratito, en el cercano Cuevas del Valle y admires la inmensidad de los picos de la Sierra de Gredos sobre ti.
4. Arenas de San Pedro
Adentrarse en Arenas de San Pedro es hacerlo en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, en la zona del Valle del Tiétar. También en uno de los municipios que desde siempre atrajo a la nobleza. No te extrañe toparte con construcciones como el Palacio Real de Don Luis de Borbón, con esa arquitectura neoclásica y su distinción como Bien de Interés Cultural; o el Castillo del Condestable Dávalos. Lleva ahí, a pesar de los incendios, desde finales del siglo XIV y, en la actualidad, acoge un centro de exposiciones. Quédate todo el tiempo que quieras, pero no te olvides de que muy cerca se encuentran las Cuevas del Águila. Pregunta por ellas y regálate un festival de estalactitas y estalagmitas.
5. Candeleda
Imposible hablar de Candeleda sin mencionar lo fácil que será que tus ojos se te vayan irremediablemente hacia la belleza de sus casas entramadas. Sí, esas casas de balcones de madera donde las macetas con sus flores lo llenan todo formando una estampa de exuberancia y color. En la Plaza Mayor, encontrarás la más imponente de todas: la Casa de las Flores, actual sede del Museo de Juguete de Hojalata. Después de eso, dirígete hacia las afueras para descubrir lugares como su Puente Viejo, el Santuario de Nuestra Señora de Chilla o las gargantas y pozas del lugar.

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