
48 horas en Córdoba: qué ver, hacer y comer en la ciudad
Un mapa turístico de Córdoba abruma de tanto puntito de interés al que uno se enfrenta. No es para menos, la ciudad aparece cuatro veces en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, por aquí pasaron musulmanes, judíos y cristianos (también romanos, fenicios y griegos) y algunos dejaron huella. Mucha. Por no mencionar lo deliciosa que se pone Córdoba cuando hablamos de comer. He aquí nuestros ‘must’ para descubrirla en 48 horas.
Día 1
Es más que probable que la Mezquita-Catedral figure entre los imprescindibles de tu radar viajero, que quieras comprobar que esa imagen que tantas veces has visto, la de los arcos de colores en una sala trufada de columnas, existe; que desees ver cómo lucen juntos los estilos omeya, gótico, renacentista y barroco; y que no renuncies a un paseo por su agradable patio de naranjos.
Te resultará tentadora la posibilidad de quedarte allí todo el día, pero te acordarás de ese mapa turístico lleno de inscripciones y querrás lanzarte a descubrir cuantas más, mejor. Sin prisa. Permítete una pausa para coger fuerzas. Aquí, se hace a base de salmorejo y flamenquines. Pura delicia gastro.
Después, te espera el Alcázar de los Reyes Cristianos, un palacio y fortaleza que alberga un interior donde se mezclan estilos arquitectónicos, Historia e historias (por aquí, pasó Cristóbal Colón para verse con los Reyes Católicos) y que esconde un jardín frondoso y exuberante, con caminos por los que perderse y albercas y fuentes que le dan ese plus de belleza de la que solo es capaz el agua.
Te diremos que en Córdoba se estila terminar el día por todo lo alto, viendo desde su famoso Puente Romano cómo la ciudad va ganando enteros de espectacularidad a medida que se ilumina con la llegada de la noche. A tus pies, el Guadalquivir fluye apacible.

Día 2
Durante la primera quincena de mayo viven sus días grandes, pero que nadie se preocupe si su viaje a Córdoba se produce fuera de esas semanas porque lo cierto es que son varios los Patios Cordobeses que pueden visitarse todos los días del año. Es el caso de los del Palacio de Viana que dispone de 12 y un jardín, llenos de distintas especies impregnándolo todo de olor y color.
Una vez visitado este palacio, volverás hacia el centro de la ciudad, a los alrededores de la Mezquita-Catedral. No pienses que ya los has paseado lo suficiente: te recomendamos que vuelvas a sus calles y que lo hagas sabiendo que te encuentras transitando por su Judería. Piérdete por su entramado de callecitas estrechas, camina por suelos empedrados entre paredes de un blanco impoluto, encuentra la famosa Calleja de las Flores y hazte una foto en ella y no, no dejes de entrar en su Sinagoga.
Antes de marcharte de la ciudad, el alto en el camino lo harás para probar el rabo de toro que sirven en la zona y brindar con un vino de Montilla y entonces, sí, aunque no quieras, será el momento de decir adiós. Con una última sorpresa: una parada en Medina Azahara, los restos de la ciudad que Abderramán III mandara construir, a unos 8 kilómetros de Córdoba.

Dónde dormir
Apunta dos nombres: Sercotel Medina Azahara y Sercotel Córdoba Delicias. Nuestros hoteles están pensados para escapadas relajadas, de esas que te piden a gritos que hagas un rato de pereza en la cama, que alargues todo lo que quieras el desayuno tomándote otro café o repitiendo alguno de los manjares que preparamos para ti; y de las que consideran imprescindible el baño en las piscinas de nuestras azoteas. Créenos, lo agradecerás después de un día pateando la ciudad.
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