Santander en verano

Santander en verano: una ciudad para todos los gustos 

Santander sigue conservando la clase de una época en la que fue ciudad de veraneo de la aristocracia y la realeza. Se ve en sus edificios y se siente en muchos de sus espacios. Lo percibirás cuando pasees por su imprescindible Península de la Magdalena, con su palacio; o cuando te sientes a disfrutar de unas rabas o de sus tortillas rellenas de mil y un ingredientes en las terrazas de la calle Castelar. Santander en verano es lo que necesitas si buscas unas vacaciones con estilo y alternativas para todos los gustos. ¿No nos crees? Te lo demostramos. 

1. La vida es un festival 

Agosto en Santander podría vivirse de festival en festival. No, no es una exageración. Durante lo que dura el mes, la ciudad se convierte en una especie de paraíso para los amantes de los conciertos que podrán disfrutar de las propuestas más clásicas que, cada año – y ya van 74-, programa el Festival Internacional de Santander (del 1 al 31), del indie-rock que traerá el Sonorama Day (23 de agosto) y de la música urbana del Negrita Music Festival (29 y 30).  

2. Santander, también desde el mar 

Si hay algo mejor que disfrutar de la elegancia de Santander de cerca es hacerlo desde el mar. Pregunta por Los Reginas, empresa histórica en esto de transportar pasajeros por mar. A bordo de sus barcos, podréis descubrir el enorme estuario que es la Bahía de Santander o navegar por la cercana Ría de Cubas. Bien de paisaje en las retinas, de los azules del agua, del blanco de la arena y del verde de la naturaleza; y bien de relatos durante los viajes para entender la Historia de esta tierra. Antes de bajarte del barco, que te hablen de El Puntal. 

3. Un día en LA playa 

Sabemos que habrás escuchado hablar de la de El Sardinero, tanto de la Primera como de la Segunda, y hasta de la de los Peligros que, a pesar de su nombre, es lugar resguardado perfecto para ir con niños. Ahora bien, es más que probable que de la de El Puntal no hayas tenido noticias. Esta enorme lengua de arena se encarga de cerrar la Bahía de Santander por su lado este y cuando la pises, tendrás la sensación de estar en una de esas playas de película donde el agua es turquesa y la arena, con el sol cayendo a plomo, es de un blanco que obliga a cerrar los ojos.  

4. No has visto parque así 

Santander es ciudad de parques y espacios verdes. Por tener, tienen uno, el de Mataleñas, que se extiende sobre un cabo, el Cabo Menor. Imagina qué vistas: no todos los días uno columpia a sus pequeños con el Cantábrico de fondo. Es más, te diremos que si continúas caminando por la senda peatonal irás, poco a poco, descubriendo el norte de la ciudad y su costa quebrada: acantilados, playas y hasta un faro, un panteón y un espacio para la aventura, el Tirolinas Go.  

5. La Semanuca: la mejor forma de despedir el verano 

Santander tiene su Semana Grande, que se celebra a mediados de julio, y también su Semanuca, unos cinco días a finales de agosto en los que conmemora a sus patronos, San Emeterio y San Celedonio. Y se les conmemora con mercados con productos típicos de la zona, desfiles, procesiones, charangas, conciertos, teatro, talleres, actividades infantiles… Vamos, el plan que necesitas para acabar el verano (y tus vacaciones) por todo lo alto.  

6. Una escapada al interior 

No queremos que por el azul del Cantábrico te arrepientas de no haber disfrutado del verde del interior. Apunta un nombre, Fuente Dé. Será en esta localidad donde puedas coger el teleférico que en cuatro minutos os haga ascender 1.800 metros en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Sentirse pequeño se parece mucho a llegar hasta esta cima y verse rodeado de la inmensidad de la naturaleza: picos escarpados, prados color clorofila y un aire que, de tan limpio, sientes cómo depura los pulmones. 

7. Dónde dormir 

Del hotel El Balcón de la Bahía Suites by Sercotel te enamorarán las vistas que regala sobre la Bahía de Santander. También su ubicación. Práctica a más no poder: cerca del centro, pero también de la Península de la Magdalena y de alguna de las playas. Te diremos que te costará salir de la habitación: son espaciosas y coquetas, con detalles que hacen que sientas que, efectivamente, ese es tu lugar en la ciudad. Pero también te diremos que lo harás. ¿Cómo no hacerlo si cuando nos preguntes en recepción te contaremos todo lo que Santander tiene preparado para ti? 

Balcón de la Bahía Suites by Sercotel

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