Bilbao con niños: 7 planes para vivir la ciudad en familia
Bilbao es verde, de jardines amplios y generosos. Bilbao es para caminar sus calles, corretear sus parques y navegar su ría, para dar los primeros pasos en eso de aproximarse al arte, para aprender de historia con clicks de Playmobil y para desplazarse casi casi como se hacía a principios del siglo XX. Bilbao con niños es todo eso y estas siete experiencias más.
Aproximarse al arte en el Museo Guggenheim
Jeff Koons creó a Puppy, entre otras cosas, para atraer al visitante. Y con los niños lo logra. ¿Cómo no iba a hacerlo un West Highland Terrier gigante cubierto de plantas en flor? Una vez ahí, la entrada de buena gana al museo está garantizada. En el interior, el aprendizaje y el descubrimiento, también. Lo ponen fácil obras como la inmensa La materia del tiempo de Richard Serra y la posibilidad de adentrarse en sus curvas; las formas increíbles del trabajo de Jorge Oteiza, que despertarán su curiosidad por saber qué tienen ante ellos; el Árbol de los deseos de Yoko Ono, donde podrán escribir lo que quieren para el futuro; o las instalaciones con luces de neón que les sorprenderán al entrar en alguna estancia nueva. Y sí, también hay talleres infantiles que se van renovando periódicamente.
Salir a navegar por la ría de Bilbao
Y descubrir la ciudad desde una perspectiva diferente, la que os dará hacerlo a ras de las aguas del Nervión, contemplando su arquitectura sin cansaros por las caminatas. También conociendo su historia y las anécdotas que atesoran sus aceras gracias a las explicaciones que proporciona la audioguía de Bilboats, empresa especializada en este tipo de recorridos y que oferta, entre otros, el de Navegando Bilbao. Este viaje de ida y vuelta se desarrolla entre el puente del Ayuntamiento y la Ribera de Zorrotzaurre y tiene una duración de 60 minutos. Para los más atrevidos, la empresa Bilbobentura organiza salidas programadas tanto en piragua como en paddle surf.
Montar en un funicular de 1915 para contemplar Bilbao desde las alturas
El viaje de tres minutos se os hará corto, pero bastará para que esta excursión a Artxanda comience con entusiasmo. Sus 770 metros de recorrido sirven para salvar un desnivel de unos 225 metros que culmina en la cima de este mítico monte en el que podréis practicar senderismo, disfrutar de las vistas de la ciudad al asomaros a su mirador, entender el pasado indagando sobre esa escultura enorme, la Huella, que os encontraréis en vuestro paseo y disfrutar de un picnic en su zona de merendero.
la cultura marítima de Bilbao
Acercarse hasta una grúa de 30 toneladas, visitar una goleta clásica y aprender sobre la cultura marítima de Bilbao. Todo esto es posible en el museo marítimo Itsasmuseum. Exposiciones permanentes y temporales, objetos, piezas, recursos tecnológicos y enormes embarcaciones dan forma a la oferta de esta institución que no se olvida de los más pequeños. Ellos estarán encantados y no es para menos, si entre las posibilidades que se encuenren está la de descubrir la grúa Carola, roja, imponente, alta (60 metros) y con experiencia en la construcción de embarcaciones. También podrán montar en una goleta clásica, el barco escuela Atyla (conviene consultar disponibilidad); participar en un escape room y ampliar sus conocimientos en el aula didáctica que, además de juegos y herramientas didácticas, cuenta con el contenido del museo recreado en escenas elaboradas con clicks de Playmobil.
Pasarse un día de parque en parque
Bilbao es ciudad para ello. El de Doña Casilda, en el distrito de Abando, son miles de metros cuadrados de parque. Se dice pronto, aunque tarda en conseguirse algo más, si tenemos en cuenta que su proyecto se puso en marcha hacia 1907 y unos 15 años después se seguían añadiendo muchos de los elementos entre los que podréis pasear. Estanques con patos y cisnes, monumentos, fuentes, pérgola y, por su puesto, área de juegos infantiles. En el Parque Abandoibarra, situado entre el Museo Guggenheim y el Palacio Euskalduna, nos encontramos con casi 48.000 metros cuadrados dedicados al esparcimiento junto a la ría de Bilbao: zonas verdes, paseos, un embarcadero de madera, un área de columpios y hasta una fuente interactiva.
Jugar entre columnas de formas imposibles
Concretamente entre las 43 que encontraréis en el Atrio de las Culturas del Azkuna Zentroa, el Centro de Sociedad y Cultura Contemporánea de Bilbao. Lugar de libre esparcimiento siempre y posible refugio en los días de lluvia, esta institución cuenta también con una Mediateka con un fondo infantil y propuestas de talleres para los más pequeños que se organizan en la Txikiteka.
Merendar a lo grande
Merendar. Pero merendar bien, a lo grande, lanzándose a probar alguno de los dulces típicos de la gastronomía bilbaína. La carolina es uno de los que causa furor entre los niños. No es solo por su divertida forma de cono y por su suave textura. El sabor del merengue bañado en chocolate y yema de huevo tiene, por supuesto, mucho que ver. Encontrarlos es tan fácil como entrar en una pastelería ya que son de los que no suelen faltar en ninguna vitrina. Ahora bien, causan sensación los de Martina Zuricalday, la pastelería artesanal más antigua de Euskadi.
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