fin de semana en cartagena

Qué hacer, ver y comer en un fin de semana en Cartagena 

Lo de Cartagena y la atracción que genera en quien escucha hablar de ella no es algo nuevo. Se remonta, literalmente, miles de años en el tiempo y hace que por aquí hayan pasado cartagineses, romanos, árabes, visigodos… Un glorioso totum revolutum que ha dejado su huella en la ciudad en forma de monumentos, hallazgos e historias por las que darás las gracias cuando pases por aquí. Cartagena es tan infinita como lo sea tu curiosidad, pero, por ponértelo fácil, reuniremos los innegociables que ver en un fin de semana.

VIERNES POR LA TARDE

Con esta carta de presentación, no es que quieras llegar a Cartagena, es que querrías estar ya recorriéndola. No tengas prisa, hay tiempo y asegurarte lo imprescindible, un lugar en el que sentirte como en casa, marcará la diferencia. Lo encontrarás en el Sercotel Carlos III o en el Sercotel Alfonso XIII. Después, pasa a lo deliciosamente importante: probar la gastronomía de la ciudad.  

Reserva mesa en el gastrobar Mi Mare, ubicado muy cerca de nuestros hoteles. Con una propuesta a base de tapas y raciones, te servirá de punto de partida para comprobar cómo se las gastan aquí en la cocina. Haznos caso, y no dejes de pedir su marinera. Un clásico. Y, si cuando termines no tienes sueño, acércate al centro y callejea. Estás al lado y, por la noche, la ciudad se pone todavía más guapa.   

SÁBADO

Quizá hoy deberías dejar de hablar de Cartagena para empezar a hacerlo de Cartago Nova, nombre con el que los romanos bautizaron el lugar. Y es que, si hay una visita obligada, esa es la del Teatro Romano. Se construyó en el siglo I a.C. y no es solo que sea uno de los más importantes de España, es que su monumentalidad es imponente. Desde el cercano Parque de la Cornisa, que hará las veces de mirador, podrás hacerte una idea de lo que te describimos; y para conocer su historia, dedica unas horas a descubrir su museo. Diseñado por Rafael Moneo, el conjunto incluye, además, el palacio de Pascual Riquelme y la propia catedral de Cartagena, la de Santa María la Vieja.  

El efecto wow está asegurado a cada paso. También cuando salgas y te decidas a recorrer el casco histórico de Cartagena: fragmentos de murallas, restos del antiguo foro, vestigios de termas romanas… y, de vez en cuando, algún que otro palacio modernista, por cambiar de época y de estilo.  

DOMINGO 

Cartagena siempre ha estado vinculada al mar. Por eso, su historia no hay que buscarla solo en la superficie, sino también bajo el agua. Eso es lo que te contarán en dos de sus museos imprescindibles: el Naval y el Nacional de Arqueología Subacuática. En el primero, podrás admirar genialidades como el submarino que fue símbolo de la ciudad. En el segundo, hay auténticos tesoros. Pregunta por las 570.000 monedas de oro y plata de la fragata de Nuestra Señora de las Mercedes.  

Despídete de la ciudad cogiendo altura, desde el Parque Torres, en el que encontrarás el Catillo de la Concepción que es, además, Centro de Interpretación de la Historia de Cartagena. Disfruta de las vistas, pero no corras por marcharte.  

De hecho, te recomendamos que estires el fin de semana para cerrar la escapada con un homenaje gastronómico en el restaurante Magoga. Con una Estrella Michelin, su cocina se elabora a base de los ingredientes que les proporcionan el Mediterráneo que baña Cartagena y su campo, preparando con ellos platos que nos hablan de la tradición gastronómica de esta zona. Un decir hasta luego volviendo a sus orígenes.

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