Valencia con niños: 7 planes para vivir la ciudad en familia
A Valencia uno llega pensando en recorrer su centro histórico, darse un festín de paella y disfrutar de un baño en la playa, y acaba visitando la ciudad de la mano de Indiana Jones, descubriendo dónde guarda el Ratoncito Pérez los dientes, durmiendo con tiburones y navegando por el lago más grande de Europa. Después de estas experiencias para disfrutar de Valencia con niños, lo complicado será explicarles a los niños por qué tenéis que volver a casa.
Pasear entre tiburones
Y ver delfines jugueteando en el agua, contemplar a una familia de belugas, sorprenderse al encontrar a Nemo (o, lo que es lo mismo, a un pez payaso), admirar la envergadura de los leones marinos sudamericanos… Situado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Oceanogràfic recrea en sus enormes acuarios los ecosistemas marinos más importantes del mundo. Se puede visitar por libre, con guía o reservando experiencias tan curiosas como el Backstage Tour que os permitirá conocer el recinto entre bambalinas, disfrutando, entre otras cosas, del área de cuarentena en la que viven las crías hasta que las incorporan a los tanques; Dormir con tiburones, que ofrece la posibilidad de pasar la noche en el túnel de los Océanos en el que residen estos animales; o participar en El mar en tus manos, actividad en la que se habla de la biodiversidad del Mediterráneo y os acercaréis a la zona de recuperación de tortugas marinas.
Viajar por África sin salir de Valencia
Unos 100.000 metros cuadrados integran Bioparc Valencia, un parque de animales que quiere dar a conocer la belleza y la riqueza natural de este continente para que nos animemos a conservarlas. Para ello, recrea cuatro de sus hábitats (la sabana, el bosque ecuatorial, Madagascar y los humedales) en los que conviven jirafas, suricatas, gorilas, leones, elefantes, cocodrilos del Nilo… La clave está precisamente en esa convivencia que se da en sus recintos multiespecie y que recrea de la forma más fiel posible la que tendrían si no estuvieran en cautividad.
Descubrir que los jardines kilométricos existen
La ciudad de Valencia está atravesada de oeste a este por nueve kilómetros de zonas verdes. Es lo que se conoce como los Jardines del Turia, un parque natural urbano creado aprovechando el antiguo cauce del río homónimo. Carriles bicis, columpios de todo tipo, fuentes, estanques, áreas deportivas, bares y terrazas y 18 puentes salpican un recorrido que lleva desde 1986 siendo uno de los lugares preferidos de los más pequeños de la casa. Y, por si 9.000 metros de jardines no fueran suficientes, al oeste limita con el Parque de la Cabecera en el que pueden alquilarse barcas con forma de cisne para navegar en su lago.
Lanzarse a jugar en la orilla del mar
Si vas a Valencia con niños, esta actividad no puede faltar. Sus playas urbanas están cerca del centro de la ciudad, son espaciosas, con una arena de esa en la que te quedarías a vivir y con el agua pidiéndote a gritos que os lancéis a chapotear. Ya sea en verano para refrescarse o en otras épocas del año para corretear, la Malvarrosa y el Cabanyal son el complemento perfecto a un día de visitas.
Comprobar que los museos sí son cosa de niños
No es para menos, si tenemos en cuenta que, por ejemplo, en el Museo de las Ciencias tienen un espacio dedicado a ellos. Se llama L’Espai dels Xiquets y allí pueden experimentar con los sentidos, aprender sobre el agua y los animales y hacer equipo para construir una casa inacabada. También podéis acudir al Museo L’Iber. Lo encontraréis en el barrio del Carmen y en él sabréis cuándo empezáis la visita, pero no cuando la termináis. Es lo que pasa si se despliegan ante vosotros más de 95.000 miniaturas montadas en maquetas. Explicarles qué son las Fallas quizá os resulte más sencillo en el Museo Fallero, donde podrán contemplar el arte de esos ninots indultados que, al librarse del fuego, han ido dando forma a la colección. En vuestro viaje a la ciudad, también podréis dar respuesta a la pregunta que ronda la cabecita de muchos de ellos: ¿adónde van los dientes que se lleva el Ratoncito Pérez? Al Antiguo almacén de dientes que, ubicado en el carrer Borrul número 16, ofrece visitas guiadas teatralizadas. Dura unos 50 minutos y es un festival de luces, colores, juegos y máquinas interactivas.
Dar un paseo en albuferenc
Así es como se llama a esas barcazas artesanales que realizan recorridos por el lago del Parque Natural de La Albufera, situado a unos 10 kilómetros de Valencia. Sus 2.800 hectáreas de agua dulce lo convierten en el más grande de Europa y en hogar de hasta 350 especies de aves. Los patrones locales que tripulan estas embarcaciones se lo conocen como la palma de su mano y saben por dónde moverse para maravillar a los pequeños abriéndose paso entre la vegetación y detectando dónde se encuentran esas aves que tanto les sorprende contemplar. Apostar por esta experiencia al atardecer hace que gane enteros de belleza.
Visitar la ciudad guiados por Indiana Jones
Si el Santo Grial está en Valencia, el arqueólogo más famoso de todos los tiempos no podía andar muy lejos. Recorrer la ciudad con él, descubriendo sus leyendas y misterios, es posible con el tour La Última Cruzada, una visita de dos horas de duración en la que el Dr. Jones no solo nos hablará de la famosa reliquia y de curiosidades de Valencia, sino que tendrá que enfrentarse a desafíos como comer fuego o hacer uso de su mítico látigo. Por supuesto, después de esto se impone como casi obligatorio entrar a la Capilla del Santo Cáliz, en la Catedral, para contemplarlo con vuestros propios ojos y si os apetece aprender algo más sobre él, vuestro destino solo puede ser el Aula Grial. Situado en el número 6 del carrer Cabillers, en este centro de interpretación se resuelven dudas, se desgrana su historia y se explica cómo pudo llegar hasta Valencia.
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