
Verano en el norte: planes para disfrutar de San Sebastián
Nos gusta el norte en cualquier momento del año, pero especialmente cuando el verano empieza a hacer de las suyas y el calor solo da tregua cerca del Cantábrico. Por eso, disfrutar de San Sebastián en verano solo puede parecernos una buena idea. Si vas a escaparte unos días en agosto, estos planes son la inspiración que necesitas para exprimir tu estancia en la ciudad.
1. Semana Grande de San Sebastián
La de este año se celebrará entre el 9 y el 16 de agosto y es de esos acontecimientos que bien merece la pena vivir una vez en la vida. Durante esos días, desde que El cañonazo inaugure las fiestas, su programa de actividades se irá extendiendo por la ciudad. Desde los siempre llamativos gigantes y cabezudos hasta las exhibiciones de deportes rurales (no falta el impresionante levantamiento de piedra), pasando por conciertos (este año, se espera con ganas la actuación de Leire Martínez) o su imprescindible concurso internacional de fuegos artificiales: si un espectáculo, con su luz y color ya gusta, imagina varios y, además, los mejores del mundo.

2. Marchando una de pintxos… ¡y de helados!
Lo de ir de pintxos por la Parte Vieja de Donosti, te lo recordamos porque estamos seguros de que ya lo tienes apuntado en tu lista de imprescindibles. No nos extraña, se nos ocurren pocos planes mejores que ir descubriendo una de las zonas de la ciudad con más encanto, al tiempo que se disfruta de bocado en bocado y se brinda con txakoli fresquito. Lo que a lo mejor te pilla más desprevenido es descubrir el culto que se le brinda a los helados en San Sebastián. A los artesanales y cremosos, que no cualquiera vale. Y si nos apuras, a los que preparan en Casa Arnoldo, la heladería más antigua de la ciudad (desde 1935).

3. Bañarse en La Concha
Si hay una playa urbana con encanto, con esa característica barandilla blanca de más de un siglo de antigüedad, es la de La Concha. Vale que puede verse todo el año, pero el frío Cantábrico hace que el baño solo apetezca durante el verano. Reserva unas horas, o todo el tiempo que quieras, para extender la toalla en su enorme arenal y regalarte al ‘dolce far niente’ mecido por el sonido de las olas. ¿El dato curioso? Si ese tumbarte al sol te pilla por allí el 31 de agosto, podrás ver cómo se disputa la Travesía Vuelta a la isla: 3.000 metros a nado para rodear la Isla de Santa Clara.
4. Naturaleza, surf y atardecer
Se habla mucho, y con razón, de los Montes Igueldo y Urgull; y algo menos, sin ella, del Monte Ulia. Lo encontrarás en el lugar donde termina la playa de Zurriola, en la que pasarás largas horas si lo que quieres es practicar surf. Desde allí, y dejando atrás la zona de Sagües, en cuyo muro suele concentrarse la gente para ver atardeceres, subirás para descubrir Ulia. Más de 30 hectáreas verdes en las que practicar senderismo por caminos que discurren paralelos a un mar generoso en brisa, con miradores para deleitarse con el horizonte o apreciar las aristas de acantilados que caen rabiosos al mar, bosques, restos de baterías militares y, por supuesto, un faro para decirle al mundo que Donosti está ahí.

5. Atracciones con vistas sobre la Bahía de La Concha
Que en lo alto del Monte Igueldo hay un parque de atracciones puede que no te parezca una sorpresa. Es más, puede hasta que lo hayas descartado de tus planes, priorizando otras actividades. Quizá, el saber que los recorridos de algunas de esas atracciones, véase el Río Misterioso o la Montaña Suiza (que no rusa), discurren con unas de las vistas más excepcionales sobre el mar Cantábrico y la Bahía de La Concha como telón de fondo te anime a replantearte esa decisión. Especialmente, si el viaje lo haces en familia y hay pequeños deseosos de empezar a probar la adrenalina de este tipo de experiencias.

6. Una escapada a ver el Flysch
Solo te pediríamos que salieras de Donosti, si lo que fueras a encontrar en otro sitio te fuera a dejar con la boca abierta. Y eso es precisamente lo que ocurre cuando uno se deja caer por Zumaia y se encuentra ante su impresionante Flysch. O lo que es lo mismo, una maravilla geológica que el mar, a base de fuerza y constancia, ha esculpido en la roca de los acantilados y de la costa. Se trata de una de las mejores representaciones de este fenómeno a nivel mundial y sus puntos más extraordinarios se ubican en la playa de Itzurun. Puedes acercarte a pie o con una excursión en barco. Lo que sí que te recomendamos es que optes por hacer la visita acompañado de un guía que te ayudará a entender lo que estás viendo en cada momento.
7. Dónde dormir en San Sebastián
No hay duda posible. Cuando uno escoge San Sebastián para pasar unos días, sabe que su casa en la ciudad la encontrará en los hoteles de Sercotel. Ya sea el Sercotel Europa o Sercotel Codina, sus habitaciones son de esos lugares de los que no apetece salir: espaciosas, acogedoras, algunas con vistas al mar y todas con ese poquito de brisa que te confirma que sí, que las playas de la Concha y de Ondarreta están muy cerca. Además, tienen en común el que ambos disponen de parking, por lo de hacerte la vida fácil; aceptan mascotas, para que toda la familia viaje junta; y sus desayunos… Sus desayunos son para repetir una y otra vez.

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