Con altura: cuatro hoteles con terraza en la azotea
Alejarse del asfalto, coger altura (literalmente) para alejarse del calor que desprende en los meses de verano y para, de paso, colocar el mundo a nuestros pies. Si eres de los que gustan de contemplar las ciudades que visita desde arriba, deleitándose con los perfiles de sus monumentos y el encanto de sus tejados, necesitas tener en tu lista de favoritos estos hoteles con terraza en la azotea. Son la garantía de que tus deseos se cumplan.
Sercotel Granada Suites
Tiene la azotea con piscina en la que cualquiera querría quedarse para siempre, ese remanso de tranquilidad donde darse un chapuzón antes o después de un día de turismo. También durante, ¿por qué no? Y es que Sercotel Granada Suites está situado en el centro histórico de la ciudad (calle Párraga, 25), la ubicación perfecta para realizar un alto en nuestra visita y ahuyentar el calor con un baño. Apetecible, ¿verdad? Súmale las vistas, ese sacar la cabeza del agua y encontrarte con los tejados de Granada a tus pies.
Con los tejados y todo lo demás: la Alhambra, la iglesia de la Magdalena, la silueta de la Catedral a escasos 4 minutos andando del hotel, tan cerca que uno siente que casi, casi podría tocarla si alarga la mano. Junto a ella, la calle Alcaicería y sus tiendas. Un poquito más allá, la calle Elvira con sus bares de tapeo. Y a partir de allí, Granada toda para ti: las casitas blancas del barrio del Albaicín, las cuevas del Sacromonte, las huellas de Lorca asomando por doquier y la herencia musulmana y cristiana llenando de historia una ciudad que, con tanta sorpresa, parece infinita.
A la vuelta, cuando des por concluido tu periplo, los apartamentos de 4 llaves de Sercotel Granada Suites harán su magia para que, gracias a un sinfín de comodidades, llegues a sentirte mejor que en casa. El descanso del viajero era esto.
Sercotel Córdoba Delicias
Si de algo saben en el sur es de cómo hacer frente al calor. Puede que Córdoba no tenga playa, pero tiene la azotea del Sercotel Córdoba Delicias con su piscina en altura y un solárium en el que ir cogiendo algo de color. También con un bar para, por ejemplo, terminar los días brindando por lo vivido en la ciudad.
Lo de empezarlo ya es otra cosa. Te costará salir de la habitación. No es para menos. ¿Quién quiere abandonar un lugar en el que tiene casi todo lo que necesita para ser feliz? Decimos casi porque el desayuno no está allí, nos espera en el restaurante. Variado, sabroso y copioso, de los que uno sabe cuándo va empezar pero no cuándo lo va a terminar.
Le pondrás punto y final por todo lo que intuyes que te espera al otro lado de la puerta del hotel. Ubicado en el número 1 de la calle Islas Chafarinas, un paseo te bastará para desplazarte desde el Sercotel Córdoba Delicias hasta el centro histórico. Una vez allí, la magia correrá a cargo de la Mezquita-Catedral, del Puente Romano y la Calahorra, del Alcázar de los Reyes Cristianos, de la judería con su famosa Calleja de las Flores, de la Plaza Corredera o del Palacio de Viana.
Sercotel Rosellón, en Barcelona
Existe la expresión “primera línea de playa” y, cuando uno sube a la terraza del Sercotel Rosellón, debería acuñarse la de “primera línea de Sagrada Familia”. Lo de las vistas 360º sobre la ciudad desde esta azotea es de escándalo. Lo de su comodidad y sus servicios, también: hamacas para recostarte como si no tuvieras otra cosa que hacer en la vida, un cuidado diseño con detalles en los que manda el buen gusto y que harán que tu feed de Instagram luzca bonito hasta decir basta y una variada carta con delicias como el tataki de atún con verduritas, soja y mahonesa de wasabi o el bikini trufado con jamón ibérico, queso, rúcula y trufa. Eso sí, recuerda reservar antes de ir.
El Sercotel Rosellón lo encontramos en el Eixample y sabemos que resultaría tentador no moverse de la zona, de un distrito que reúne imprescindibles como el Passeig de Gràcia, la Casa de les Punxes, La Pedrera o la Casa Batlló; pero hay vida más allá. La que nos lleva a descubrir barrios como el de Gràcia o el de Sants; las calles del Born, que no sabes cómo pero siempre acaban llevándote hasta Santa María del Mar; la vida local de la Barceloneta, el bullicio de La Rambla y la cultura que condensan museos de la talla del MNAC, del CCCB o del de Arte Contemporáneo.
Y, tranquilo, que a tu vuelta al hotel, la Sagrada Familia seguirá en su sitio esperando a que la contemples no solo desde la terraza, sino también desde alguna de las habitaciones que reúnen todas las comodidades que se esperan de un establecimiento de cuatro estrellas.
Sercotel Kalma Sitges
¿Hay algo mejor que bañarse en el mar? Creemos que sí, que bañarse en una piscina en primera línea de playa sin gente alrededor que te moleste y vistas al Mediterráneo puede ser algo mejor. Obviamente, es cuestión de gustos. Si eres de los que optan por lo segundo, el Sercotel Kalma Sitges con su terraza en la azotea, el Sky Lounge, es el lugar en el que querrás pasar tus días de verano. Su piscina con chorros de masaje y esas tumbonas en las que conquistar tu bronceado son su mejor carta de presentación.
Si solo pudiéramos usar un adjetivo para definir este hotel optaríamos, quizá, por bonito. Desde su fachada hasta el último elemento de la decoración, todo está marcado por el buen gusto. Luego ya añadiríamos a la descripción palabras como delicado, acogedor, detallista y elegante. Alojarse aquí es garantía de la tan ansiada calma que uno busca en cualquier viaje.
Y así, con la paz conquistada, resulta mucho más sencillo lanzarse a las calles de este pueblo mediterráneo de perfil tan característico. En parte, la responsabilidad es de la Iglesia de Sant Bartolomeu que, soberbia, se levanta junto al mar. Es probable que después te enamores de sus casitas de pescadores y, si ellas no lo logran, serán las modernistas las que lo consigan. Grábate a fuego un nombre, el de Santiago Rusiñol: aparecerá cada vez que el Modernismo entre en escena. Y si no quieres que entre porque con pasear sin rumbo escuchando el mar de fondo ya te va bien, Sitges también es el lugar idóneo para ello.
Post a comment