Sierra Nevada

La guía completa para disfrutar de Sierra Nevada en invierno 

Es empezar a hacer frío y ponerte a pensar en Sierra Nevada y en la felicidad que sientes cada vez que se acerca el momento de esquiar. No nos extraña, sus 134 pistas son toda una promesa de disfrute. Por eso, para que tú solo tengas que consultar el parte meteorológico, nosotros ya nos hemos encargado de prepararte una guía. Para que cuando te dirijas a Sierra Nevada, la logística no te suponga un problema:  

1. Esquí y snowboard 

Más de 110 kilómetros de pistas. Se dice pronto y son muchos. Tantos que, en Sierra Nevada por haber, hay hasta pistas en las que uno puede regalarse al esquí nocturno (la de Maribel y la de El Río). Dividida la zona esquiable en nueve áreas, en la de Loma Dílar encontrarás pistas para todos los niveles. Es más, es allí donde también se ubica el snowpark, bien de barandillas y de módulos con los que pondrás a prueba tu capacidad de hacer piruetas.  

2. Raquetas de nieve y senderismo 

No todo es esquiar. Hay margen para disfrutar de Sierra Nevada y sus alrededores de otra manera. Por ejemplo, tirando de raquetas de nieve. Son muchas las empresas que organizan excursiones. No hablaremos de rutas específicas, ya que los itinerarios dependen de la cantidad de nieve y de la climatología. Sí diremos que entre las opciones que se ofertan las hay para todos los niveles; en horarios especiales, como al atardecer; o pensadas para transitar por lugares por los que todavía no ha pasado nadie.  

Si lo tuyo es andar, entonces eres de los que mirará con curiosidad la red de senderos de La Alpujarra, esa región que se extiende desde la falda sur de Sierra Nevada. Son muchos los caminos para descubrirla, pero tiene especial fama el del barranco de Poqueira. Permite adentrarse en su naturaleza salvaje, descubrir algo de su idiosincrasia en los pueblos que te irás encontrando (su ruta circular te llevará a pasar por Pampaneira, Bubión y Capileira) y no faltan los miradores desde los que contemplar el Mulhacén, el pico más alto de la península.  

3. ¿Qué comer?

Sabemos que te reconfortará comprobar que la gastronomía granadina es de platos contundentes. Por estos lares, gusta la olla de San Antón, un plato de cuchara que podrás probar únicamente en torno al 17 de enero, coincidiendo con la festividad de San Antón; las migas, con sus trocitos de torrezno, sus ajos y alguna que otra uva para contrarrestar la intensidad; o el plato alpujarreño, a base de patatas a lo pobre, chorizo, morcilla, huevos fritos y algo de lomo y jamón.  

Plato alpujarreño

En algunos de los restaurantes cercanos a las pistas podrás disfrutar de estos manjares. Date una vuelta y escudriña las cartas. Las encontrarás de comida casera y tradicional a rabiar. También con acentos extranjeros, pero siempre entre sus propuestas se cuela algún que otro plato local.  

4. ¿Dónde dormir?

Apenas 45 minutos en coche, que se cubren relajadamente por la A-395 entre paisajes nevados, separan Sierra Nevada del centro de Granada. Y seamos sinceros, sería imperdonable que no te dejaras caer por esta ciudad.  

De encanto superlativo y con un patrimonio que bien merece que le dediques unas horas, en Granada, además, podrás alojarte en el Sercotel Palacio de los Gamboa, un hotel situado en pleno centro de la urbe y con todo a mano. Si viajas con amigos o en familia y preferís un apartamento para pasar más tiempo juntos, os gustará saber que los del Sercotel Granada Suites están equipados con todo lo que necesitáis para que cuando lleguéis sintáis que sí, que estáis en casa.  

Sercotel Granada Suites

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